El proyecto parte de la necesidad de los clientes de expandir su negocio a un local de mayor capacidad. Estos locales se encuentran en una ubicación de gran afluencia de personas, concretamente en un edificio de estilo clásico-modernista del centro de Valencia. La forma del establecimiento, surgida de la unión de dos recintos comerciales, marca la distinción entre las diferentes zonas del local, donde podemos discernir tres espacios.

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Para comenzar, una zona de corte que sirve en un primer momento como acceso y recepción, a partir de la cual se distribuyen una serie de tocadores como elemento vertebrador, diseñados a medida y de forma exclusiva para este proyecto. Estos se disponen frente a una pared medianera de ladrillo visto.

A continuación se encuentra la zona de color, dispuesta alrededor de un núcleo vegetal con luz cenital, haciendo esta estancia más agradable. Este espacio tiene vistas hacia el pulmón del proyecto, el patio. Actuando como fondo de perspectiva, desde este lugar, entra la mayor cantidad de luz natural al interior del local. La vegetación ayuda a purificar y crear un ambiente fresco y mediterráneo a las estancias. 

Por último, la zona de aprendizaje, más separada del resto del recinto, se concibe como un lugar más atrevido donde priman los contrastes de color.

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En cuanto al interiorismo, todo el establecimeinto está claramanete marcado por lineas de color de gran importancia, como el tono rosado que funciona como identidad corporativa y el azul de persia como complementario. Además, predomina un estilo clásico renovado gracias al uso de molduras o arcos bovedados, para mantener la esencia y concordancia con el edificio.

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